... y zuecos, quesos y tulipanes... Sí, por aquí anduve y me paseé con mi hermana Silvia, durante el que fue nuestro viaje de tres agitados y bien aprovechados días en la bella Holanda.
Por fin, tras una difícil selección de fotos y un par de horas de indecisión, aquí les traigo unas cuantas que muestran lo bien que la pasamos y las maravillas que este pequeño país nos ofreció...
Nos alojamos en Amsterdam, así que aprovechamos el primer día de nuestra estadía en darnos una vuelta por sus calles, contemplar sus innumerables canales (he aquí uno de ellos) y brindar con una Heiniken heladita;-)
En la tarde, tomamos un tour que nos llevó hasta Keukenhof, el parque de flores más grande y famoso del mundo... ¡¡precioso!!
De cerca, de lejos, solas y en conjunto, en macetas y jardines... fueron decenas las fotos que saqué de la infinidad de narcisos, orquídeas y tulipanes que nos dejaron fascinadas por su increíble variedad y sus caprichosos colores.
¿Qué tal esta vista? Les presento al molino de Keukenhof, al que subimos para admirar el resto del parque. Aunque tuvimos suerte (no llovió, el sol brilló permanentemente y apenas si sopló el viento), aún habían capullos sin florecer... de todos modos, lo que vimos nos encantó y nos dejó con ganas de más.
¡Otro molino! (y no es el último). Lo descubrimos en la ciudad de Harleem, en la que hicimos un stop durante nuestro regreso a Amsterdam. La noche anterior, antes de irnos a dormir, mi hermana y yo le echamos un vistazo a un mapa y decidimos que valía la pena visitarla...
¿Verdad que tuvimos razón? De hecho, nos pareció tan lindo, que no nos arrepentimos de la larga caminata y del dolor de pies con el que terminamos al llegar al hotel:-)
Zaanse Schans... aquí empieza el segundo día y el que más nos gustó. Nos levantamos al alba (4:30 de la mañana), para ducharnos, tomar desayuno y subir al bus que nos llevaría al centro, donde nos uniríamos al grupo que haría el famoso "tour de los molinos".
Aquí, en Zaanse Schans, se encuentra el molino en el que el mismísimo Rembradt compraba los pigmentos para sus pinturas, además de otros destinados a la producción de aceite, mostaza y papel... ¿No les parece lindo?
De ahí, emprendimos el viaje hacia Volendam, el pueblito pesquero conocido por sus restaurants de mariscos, sus pastelerías y su fábrica de quesos (la "Cheese Factory Volendam"). Allí, aparte de instruirnos en su fabricación, participamos en una degustación de quesos de distintos sabores, aromas y edades, que nos instó a comprar unos cuantos para traer a casa:-)
Mientras los demás almorzaban (nuestro ticket no incluía el almuerzo), Silvia y yo nos dedicamos a caminar y a tomar unas cuantas fotos. En ésta, me hallo en uno de los muelles del puerto, frente a algunas de las casas y negocios típicos de este pueblito holandés.
Terminado el almuerzo y tras nuestro paseo por las calles de Volendam, nos subimos a un barco que navegó unos minutos hasta la isla de Marken...
Allí, visitamos a un fabricante de zuecos y presenciamos la elaboración de un zueco de madera holandés. Aunque nos invitaron a probar un par y nos vendieron sus bondades con una interesante explicación, no lograron convencernos de comprarlo:-))
Con la visita a Marken concluyó el tour y emprendimos el regreso a Amsterdam, pero el día no terminó allí... Aunque casi no tenía fuerzas, mi hermana me animó a comprar un ticket de ida y vuelta a La Haya. Éste fue el último punto importante del viaje y ésta, una de las últimas fotos que tomé... ¿Qué opinan?
Como ven, no desaprovechamos ni un minuto de los tres días que pasamos en Holanda. A pesar de haber estado anteriormente allá, esta vez fue como redescubrirla y la disfruté de manera especial. Si a alguien le provoca y necesita algunos tips, no duden en hacérmelo saber, que con mucho gusto se los doy:-)
Ahora sí y tras haber cumplido (¡por fin!) mi promesa de compartir esta experiencia con ustedes, me despido y los dejo, que tengo un par de proyectitos pascuales que esperan por mí... ¿Quieren verlos? Entonces, no dejen de visitarme, que se los muestro en mi siguiente publicación... ¡Nos vemos!
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